🚽 El baño público más incómodo del planeta

 No sé si alguna vez has entrado a un baño público tan incómodo,



que sientes que el universo te está poniendo a prueba.
Pero el de hoy… merecía un premio.

Primero, la puerta no cerraba bien.
Tuve que sostenerla con una mano mientras intentaba mantener la dignidad con la otra.
Cada vez que alguien pasaba, la puerta se movía como si quisiera presentar mi desgracia al mundo.

Luego, el papel higiénico estaba tan lejos que parecía una prueba de CrossFit emocional.
Y claro, el dispensador hacía ese ruidito traicionero que anuncia al baño entero que estás ahí… luchando por tu vida.

Por si fuera poco, alguien decidió poner un espejo justo enfrente del inodoro.
¿Para qué?
¿Para verme sufrir en HD?
¿Para reflexionar sobre mis decisiones de vida mientras estoy en la peor posición posible?

Y el olor…
Ese inconfundible aroma entre cloro, miedo y decisiones equivocadas.
El tipo de olor que te hace respirar por la boca y preguntarte si realmente valía la pena tomar tanto café.

Ah, y el clásico: el sensor del jabón que no detecta nada hasta que ya te rendiste,
y justo cuando te vas, ¡puf! te lanza jabón como si se burlara de ti.

Salí de ahí con el autoestima confundido y el alma medio perdida.
Pero sobreviví.
Y si tú también has estado en el baño público más incómodo del planeta…
hermana, somos sobrevivientes del caos. 💪😂

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